Simplemente

Este adios, no maquilla un hasta luego. Este nunca, no esconde un ojalá. Estas cenizas, no juegan con fuego, este ciego, no mira para atrás. Este notario, firma lo que escribo, esta letra no la protestaré. Ahorrate el acuse de recibo estas vísperas son las de después. A este ruido tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir. Este pez, ya no muere por tu boca, este loco, se va con otra loca, estos ojos, no lloran mas POR TÍ.

martes, 23 de noviembre de 2010

cambiar su rumbo sin dar un respiro más

Te levantaste, sentiste la fuerza del mundo sobre vos. Sentiste esas ganas de vivir más que nunca. Preparaste un café, un mate... un té. Comiste unas masitas como para rellenar un poco ese espacio vacio que habia dentro de vos. Despues, prendiste la radio, acomodaste la antena, debido a que sos una persona que no esta totalmente acostumbrada a prender televisores, o usar artefacos tecnológicos modernos. Escuchaste esa radio, esa radio en la que pasaban los tangos que tanto te gustaban, en la que escuchabas cada noticia y te amargabas al darte cuenta de cuan mal estaba nuestro pais. Pero no importó. Seguiste adelante, agarraste una bicicleta y saliste a hacer tus mandados rutinarios, por la verduleria, carniceria, abastecerte de aquello que te falta, hasta de oxigeno, de aire, de vida. Saludaste a un par de caras conocidas, los años dejan recuerdos de fieles amigos y compañeros de vida. Llego la hora del almuerzo, algo liviano, saludable, compartiste ese lindo momento con tu perro, tu mano derecha, tu otro vos. Llego la tarde, y descansaste ese viejo cuerpo gastado, sin fuerza fisica, pero si mental. Luego, un paseo. Algo tan simple como un paseo, como una vuelta por tu bella ciudad, esa en la que creciste. Esas plazas con recuerdos tan memorables. Esta linda historia, este hermoso relato, concluye con una sonrisa... no. No lo hace. Te paraste para seguir el rumbo de tu vida, y de golpe, un desequilibrio te abrumó. Caiste. Sentiste como tu cuerpo perdia fuerza y poder. Sentiste como ese liquido interior era derramado formando una espantosa imagen. La vida te paso por la mente en menos de un segundo. Vista nublada, gente mirando desde todos lados. Gritos, desesperación. Impotencia. La onomatopeya del "wiu" de una ambulancia. El miedo, el temor, el dolor. Viste de golpe la cara de un hombre con guantes blancos, intentando solucionar tu problema, intentando darte una mano, intentando salvar tu vida. Subis a una ambulancia, te llevan... te llevan a un lugar para curarte. Aunque hay heridas en tu corazón que no van a volver a sanar. ¿Será que de pronto esas ganas de vivir se esfumaron? Quiza sea la edad, quiza sea el tiempo. Quiza el futuro te tenia preparado algo mejor... pero asi de simple, un dia rutinario, puede cambiar su rumbo sin dar un respiro más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario