Simplemente

Este adios, no maquilla un hasta luego. Este nunca, no esconde un ojalá. Estas cenizas, no juegan con fuego, este ciego, no mira para atrás. Este notario, firma lo que escribo, esta letra no la protestaré. Ahorrate el acuse de recibo estas vísperas son las de después. A este ruido tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir. Este pez, ya no muere por tu boca, este loco, se va con otra loca, estos ojos, no lloran mas POR TÍ.

martes, 25 de agosto de 2009

Ella se sentía vencida, sentia que ya no iban a existir más sonrisas en su rostro, que ya no podria gozar de la felicidad que cargaba, que se terminaba todo. Dolorida y confundida, caminó por horas, buscando respuestas en lugares en los cuales no había. Quizá pensaba que su llanto podría traerlo hacia donde ella estaba y poder decirle las mil palabras que se le cruzaban por la cabeza. Tenía miedo a perderlo. NO QUERÍA PERDERLO POR NADA. Pero, ¿porqué habría de rendirse? ¿A qué mundo podría llegar a entrar bajando los brazos? Lo buscó, sin cansancio. Lo amaba, era obvio. Nada le importaba más que poder verlo a él llendo a abrazarla. Realmente se había enamorado. Le dijo lo que le pasaba, resulto una confusion, una hermosa confusion, ya que sentia que cada vez lo amaba más. Como una linda obsesión, ella sentía que él, era su fuente de vida, la razon por la cual se levantaba con ganas, y por la cual se acostaba, pensando EN ÉL. CB

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