Hace días perdí en alguna cantina la mitad de mi alma más el quince de propina. No es que sea el alcohol la mejor medicina, pero ayuda a olvidar cuando no ves la salida.
Hoy te intento contar que todo va bien aunque no te lo creas, aunque a estas alturas un último esfuerzo no valga la pena. Hoy los buenos recuerdos se caen por las escaleras, y tras varios tequilas las nubes se van pero el sol no regresa.
Sueños de habitación de un hotel de carretera, y unas gotas de lluvia que guardan en esta maleta ruedan por el colchón de mi cama ya desierta, es la mejor solución para el dolor de cabeza...
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