Simplemente

Este adios, no maquilla un hasta luego. Este nunca, no esconde un ojalá. Estas cenizas, no juegan con fuego, este ciego, no mira para atrás. Este notario, firma lo que escribo, esta letra no la protestaré. Ahorrate el acuse de recibo estas vísperas son las de después. A este ruido tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir. Este pez, ya no muere por tu boca, este loco, se va con otra loca, estos ojos, no lloran mas POR TÍ.

lunes, 21 de junio de 2010

Y entonces caminaron juntos unos pasos. Y entonces se estrecharon fuerte, se besaron cerrando los ojos porque cada uno quería unirse a sí mimo, nada más que asi mismo y no al otro. Estuvieron acaricieando el límite, lo exterior, la inpenetrable puerta, la puerta con cien cerrojos, y ninguno de los dos quiso buscar las llaves, ninguno de los dos quiso empezar a abrir, ninguno de los dos queria saber que había en realidad detrás de la puerta que los separaba. Por eso fracasó el encuentro, por eso. Porque cada uno fue a encontrarse con si mismo. Porque cada uno fue a alimentar con llanto su propia soledad. Y apesar de los besos, y apesar de la parodia del intento, y apesar de ser un hombre y una mujer llenos de posibilidades, se dijeron adiós y lloraron, pensando que lloraban por decirse adiós, pero sabiendo que cada uno lloraba por sus viejos dolores, otros adioses, por otros intentos y otras historias. Y porque ya nunca podrían borrar las distancias que los separarían de ellos y de los otros que quisieron alguna vez acercarse a ellos.

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